










Los áticos son lugares privilegiados desde los que observar el mundo y si se encuentran en primera línea de playa,…
Los áticos son lugares privilegiados desde los que observar el mundo y si se encuentran en primera línea de playa, como éste, las vistas los convierten en una joya en la que invertir.
Este ático dúplex a orillas de la playa de Denia era especial por su ubicación pero tenía una serie de defectos que resolver: una distribución excesivamente diferenciada de los espacios, con un giro en la planta de 45º, que afectaba y deformaba la zona de día; muy poca capacidad de almacenaje; y sin una zona para lavadero necesaria para el cliente.
El reto, aumentar la dimensión de cada espacio principal, regularizarlos, incrementar la capacidad de almacenaje y por si fuera poco, incorporar el lavadero.
A priori fue complicado. Sus escasos 62 metros cuadrados construidos no nos lo pusieron fácil. Encontramos la solución reduciendo al mínimo indispensable los espacios de circulación, fusionando las zonas esenciales en grupos relacionables como fue el caso del salón, comedor, cocina y lavadero y, por otro lado, el dormitorio principal y su baño, pero conservando una diferenciación sutil entre los mismos. Aprovechamos los elementos de almacenaje y las zonas húmedas para absorber las irregularidades y obtener espacios geométricamente sencillos que otorgasen la tranquilidad y la relajación adecuadas para una vivienda destinada al descanso vacacional.
Además de adecuar la vivienda en su geometría a las necesidades de quienes iban a habitar este maravilloso ático-dúplex en la playa, enriquecimos el proyecto con materiales, texturas y colores, que aportaron un aspecto contemporáneo absolutamente renovado, atendiendo a la petición de que el ambiente fuera muy acogedor y a la máxima de nuestro estudio: que fuera una vivienda pensada para disfrutar y relajarse a partes iguales.