En este proyecto de restauración de las fachadas sur y oeste de la iglesia de Nuestra Señora del Rebollet, el edificio debe entenderse como un documento histórico de gran valor que nos permite leer, por medio del análisis arquitectónico y arqueológico, su proceso constructivo, su historia e incluso el urbanismo y el relato de la ciudad. Por ello nuestra actuación ha seguido los principios de neutralidad y mínima intervención establecidos por la teoría de la restauración. Esto nos ayudaría a compatibilizar los siguientes aspectos: preservar la autenticidad histórico-cultural, material y constructiva; la reversibilidad; la distinguibilidad; la compatibilidad y la durabilidad de lo actual.
Para entender correctamente el edificio nos propusimos analizarlo desde el conocimiento de la técnica constructiva original. Apoyados en este argumento sólido podríamos salvaguardar las características constructivas, seleccionar los materiales más adecuados y justificar la ejecución de nuestra intervención.
Desde esta perspectiva planteamos la restauración de las fachadas sur y oeste como una intervención de “modestas” actuaciones buscando siempre la recuperación-conservación del muro como testigo de otra época. Se respetan las huellas e improntas que hacen referencia al sistema constructivo así como los revestimientos superficiales y pátinas de los paramentos, de indudable valor funcional y estético. Esto no es incompatible con reintegrar las lagunas existentes y recuperar la piel de acabado de las partes erosionadas. Para armonizar estéticamente la unión de ambos criterios, que hacen convivir lo nuevo y lo antiguo, utilizamos la técnica constructiva original.
En los muros de mampostería de la sacristía y en el de ladrillo situado sobre las capillas laterales del presbiterio se ha optado por eliminar el revestimiento de mortero de cemento realizado en época reciente, de manera que se deja vista sus trazas y materialidad, lo que aumenta el valor tectónico del edificio y nos evoca tiempos pasados.